lunes, 14 de marzo de 2016

Semana 7 - Desapariciones forzadas (creencia, duda, saber)

En la lectura de Ortega y Gasset titulada “Ideas y creencias” el autor nos invita a pensar sobre los conceptos de creencia, duda e idea. A lo que yo entendí la primera se refiere a algo que damos por hecho sin cuestionar y que, dice Ortega y Gasset, “constituye la base de nuestra vida” (1934). La creencia puede ser positiva o negativa pero en cierta medida nos da estabilidad.

En cambio, la duda nos arroja ante una realidad inestable ante la cual no sabemos qué hacer. La duda surge de creencias antagónicas por lo que no se puede formular ni criticar. No obstante, cuando se está en la duda, o mejor dicho, en “un mar de dudas” el hombre se pone a pensar y es así, justo en los huecos de nuestras creencias, que se insertan las ideas. Éstas son pensamientos sostenidos, “ocurrencias” que corresponden a nuestra percepción de la realidad. Las ideas necesitan de la crítica pues se alimentan de su cuestionabilidad (Ortega y Gasset, 1934).

Ahora bien, tras haber leído sobre el caso de Brenda Damaris, una muchacha desaparecida y asesinada en Monterrey, Nuevo León, considero que los conceptos de creencia, duda e idea de Ortega y Gasset se plasman de la siguiente manera. En primer lugar, es claro para mí que los mexicanos en general tenemos la creencia de que el Estado es quien debe proveer justicia en la sociedad. Eso no es cuestionable pues es lo que hemos aprendido y construido colectivamente desde tiempos de la Ilustración (por decir una época, porque en realidad los conceptos políticos se han venido construyendo desde muchísimos siglos atrás). Sin embargo, creo que esta creencia está perdiendo validez cada día más dada la impunidad que existe en nuestro país.


Ante este panorama se generan dudas. Por ejemplo, en el caso de Brenda, su mamá (Juana) tenía dudas respecto a cómo se identificaron los cuerpos si las tallas no coincidían y si la descomposición no coincidía con las fechas. Juana empezó a dudar de la objetividad y eficacia del sistema de peritaje mexicano; pensaba en la posible colusión del Estado con el crimen organizado (¿les suena?). En consecuencia decidió enterrar al supuesto cuerpo de su hija y no cremarlo como le pedían las autoridades; además Juana pidió un peritaje independiente.

Con estas dudas en mente, observamos la realidad de nuestro país en materia de desapariciones forzadas. Las autoridades mexicanas no cuentan con cifras exactas de la cantidad de muertos y desaparecidos. Organizaciones nacionales e internacionales calculan alrededor de 120 mil muertos y 25 mil desaparecidos en los últimos ocho años (Tomasena, 2014). Según Aministía Internacional, en 40% de los casos nunca se abre una investigación criminal.


Dice Cordelia Rizzo en su artículo “El rastro de los huesos deBrenda Damaris” que “cuando surge una duda, es para buscar verdad, conocimiento” (2015). Ante las dudas que se tenían y la realidad que se observaba, la organización GobernanzaForense Ciudadana, la cual se dedica a ayudar a las familias de los desaparecidos a buscarlos, se preguntó “¿Qué pasaría si los procesos forenses, en lugar de estar en manos del Estado, que sistemáticamente los ignora, estuvieran en manos de los familiares de los desaparecidos?” (Tomasena, 2014). Esto refleja una idea: actuar como sociedad organizada ante la incapacidad del Estado. Es decir, invertir los roles de poder en la ciencia forense para incluir a los familiares.

Esto me lleva a pensar que el problema de injusticia en nuestro país es también un problema epistemológico en el sentido en cómo se relacionan los ciudadanos (sujetos) con el Estado, específicamente con las instituciones de justicia del gobierno que tienen determinadas estructuras de poder (objeto). Esta relación genera cierto conocimiento y nos hace interpretar la realidad de determinada forma. Es decir, dependiendo de cómo sea esta relación es como pensaremos las posibilidades de actuar. No es lo mismo pensar que el tema de injusticia pertenece sólo al Estado o a aquellos familiares afectados a pensar que nos compete a toda la sociedad mexicana. ¿Cómo lo quieres pensar tú?

Cuando las familias demandan verdad y justicia significa que desde su concepción epistemológica es el Estado quien debe dar respuesta a estas demandas. Es decir, el Estado debe investigar a fondo y decirles la verdad sobre el paradero de sus familiares desaparecidos. Además, debe hacer justicia y aplicar la ley a los responsables de las muertes o desapariciones.

En conclusión, es un tema complejo pero no por ello sin importancia. Las desapariciones forzadas siguen siendo la realidad de nuestro país y no podemos ser indiferentes ante ello. Ayotzinapa en 2014 fue un caso que despertó el inconsciente colectivo respecto al tema. ¿Qué haremos como sociedad? ¿Seguiremos dejando en manos de un Estado corrupto e ineficiente este tema?



Referencias:
Gasset, O. y. (1934). Recuperado el 10 de marzo de 2016, de https://app.box.com/s/61qu3yeves5nvh7fjq6wrktbhbh8tikt
Rizzo, C. (febrero de 2015). Blog personal de Cordelia Rizzo. Recuperado el 10 de marzo de 2016, de tumblr: http://cordeliarizzo.tumblr.com/post/111288993637/el-rastro-de-los-huesos-de-brenda-damaris
Tomasena, J. (diciembre de 2014). Gobernanza Forense Ciudadana: la búsqueda más dolorosa. Recuperado el 10 de marzo de 2016, de Magis ITESO: http://magis.iteso.mx/content/gobernanza-forense-ciudadana-la-b%C3%BAsqueda-m%C3%A1s-dolorosa


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